Participación ciudadana, convivencia y cooperación al desarrollo
Cuando llegamos a la alcaldía en 2015, la derecha se había encargado de eliminar la participación en Getafe. En solo cuatro años, prohibieron y retiraron todos los recursos que se habían estado destinando durante décadas a un proceso que había situado a Getafe como una de las ciudades más abiertas de todo el país.
El proceso para recuperar esas herramientas ha sido largo, porque no nos hemos limitado únicamente a repetir lo que ya había, sino que se han introducido nuevas variables sociales y sobre todo tecnológicas.
En Getafe los vecinos y vecinas participan más que nunca en las decisiones importantes de la ciudad, y además ya pueden elegir hacerlo desde su casa.
Con la aprobación de un nuevo Reglamento de Participación Ciudadana hemos conseguido que se blinde estos procesos para el futuro, para que con independencia de quién y cómo gobierne, se garan- tice que la voz de los vecinos y vecinas siempre deberá ser escuchada. Además, hemos incluido a las personas voluntarias de Getafe como parte inseparable de la participación, reconociendo y fomentando su trabajo desinteresado como una de las muestras de identidad de la ciudad.
A partir de estas bases, ahora es el momento de consolidar y mejorar los procesos. La participación es una máquina que siempre está viva, que se reinventa y sigue avanzando, cada día con más personas haciéndola funcionar. Por eso vamos a destinar más recursos, para llegar más lejos y a más sitios, para que el corazón que mueve Getafe esté en cada uno de nosotros y nosotras.
La participación entre vecinos, desde diferentes ámbitos sociales y laborales, de distintos barrios y eda- des, es un elemento clave para avanzar también en la convivencia en positivo. El conocimiento permite crear redes de acercamiento frente a posturas extremistas, evitando así conflictos y abriendo espacios para el diálogo.
La puesta en marcha del Plan de Convivencia y la Ordenanza que de él se deriva, incidirá especial- mente en ello bajo la idea de que la ciudad ha de ser disfruta y respetada por todos, a través de herra- mientas sancionadoras para quienes perturben el descanso del resto o utilicen de forma inadecuada los espacios públicos, al mismo tiempo que apuesta y fomenta la convivencia como el mejor camino para ser felices.